Lesiones en el surf

Lesiones en el surf

Disfrute y prevención en un deporte sobre las olas.

Fuente: REVISTA DEPORCAM Nº 52

Todos aquellos iniciados mínimamente en el surf saben o, al menos intuyen, que se trata de una actividad llena de contrastes. Se trata de un deporte cuyo origen se remonta milenios atrás, hundiendo sus orígenes en tradiciones hawaianas no exentas de un de un componente místico y religioso. Sin embargo, en los últimos años, desde el inicio de su expansión por las costas de California y Australia durante el siglo XX hasta su práctica global en cualquier playa donde viento y olas acompañen, es sinónimo de modernidad e innovación. También es paradójico la fusión del respeto a la violencia del mar con las ansias de domar sus corrientes. En el surf, no es extraño pasar de la calma total (a nivel mental y físico) a una aceleración total del cuerpo y los sentidos. Por supuesto, esta regla de los contrastes que acompaña a este deporte no podía ser menos a nivel de sus accidentes y lesiones.

Dentro de la amplia variedad de perfiles de surfista, existen ciertos rasgos que se repiten con alta frecuencia y que tienen que ver, sin duda, con la filosofía que fundamenta su práctica, la cuál traspasa a menudo el simple carácter deportivo de la misma.

El surf supone para muchos un estilo de vida que curiosamente se enraíza con sus orígenes más rituales: una forma de dejar atrás la vida “terrestre”, con todos los lastres materiales y psicológicos que lleva consigo, y conectar con el mar.

Evidentemente, a día de hoy el surf se encuentra en un estadio de progresiva profesionalización. Actualmente, se ha abierto paso incluso como disciplina olímpica y su implantación en la práctica totalidad del mundo viene acompañada de escuelas oficiales y federaciones consolidadas. No obstante, hasta en los niveles más altos de especialización, no se pierde su carácter indómito. Hasta los más reconocidos profesionales del surf son los principales valedores de la filosofía de vida que ha acompañado siempre a su ejercicio. Esto se suma al hecho de que el surf no necesita de instalaciones especialmente adaptadas ni de una localización específica. Allí donde se den unas características geográficas y atmosféricas adecuadas se puede disfrutar del surf sin mayores limitaciones.

Todo ello suma a la dificultad de estudio y tratamiento de sus lesiones. El registro de heridas, traumatismos y demás afectaciones derivadas del surf es complejo. El surfista no siempre acude de forma inmediata tras sufrir un accidente derivado de su actividad, cuanto más si el mismo es leve. El carácter más despreocupado e independiente de estos deportistas lleva a un tratamiento autónomo inicial de las heridas y contusiones. Además, muchas veces los accidentes se sufren en enclaves alejados de centros asistenciales o durante el período vacacional y el diagnóstico y tratamiento de sus consecuencias se difiere, dificultando aún más su estimación epidemiológica.

Las lesiones más frecuentes en el surf son, afortunadamente, las de índole más banal (contusiones y esguinces, seguidos de laceraciones). Cualquier iniciado en su práctica, ha podido experimentar pequeños cortes con su propia tabla o golpes contra el fondo marino. Los accidentes en los que se involucran dos o más usuarios son más propios de los niveles iniciales, al recibir clases grupales o en la práctica amateur entre amigos. Entre los deportistas más experimentados, por el contrario, este tipo de accidentes es anecdótico: suelen tener un mayor control de trayectoria, son más conscientes del entorno que les rodea pudiendo adelantarse a los acontecimientos y la práctica que realizan en competiciones se encuentra reglada, con asignación de un tiempo y un espacio a cada deportista. No obstante, este segundo grupo más avezado corre el riesgo de sufrir traumatismo de mayor gravedad. El control de la técnica y la competitividad les llevan a realizar maniobras más temerarias y a una mayor velocidad. Accidentes en estas circunstancias son susceptibles de conllevar daños de mayor importancia. Las articulaciones del hombro, tobillo, rodilla y la región cefálico-facial son las que se ven más afectadas en los accidentes derivados del surf.

Los factores de riesgo que se asocian a una mayor incidencia y gravedad de lesiones en el surf son: la falta de un correcto calentamiento previo, el número de horas dedicadas a la actividad, la práctica en zonas con mayor oleaje y la capacidad del deportista de realizar movimientos tales como el “cut back” (giros de 180º sobre la tabla), maniobras aéreas o atravesar las olas cuando estas forman un tubo. Así mismo, aunque poco frecuentes, las infecciones derivadas de los cortes y laceraciones conllevan un peor pronóstico debido a la contaminación inicial de las heridas (agua, lodo, microorganismos acuáticos) y la tardanza en realizar una limpieza adecuada de las mismas. Las fracturas, por su parte, se dan con mayor frecuencia en miembros inferiores, con especial importancia en los huesos que conforman las articulaciones de la rodilla, el tobillo o el pie.

En comparación con otras disciplinas deportivas, en especial aquellas que implican un contacto continuo, como el fútbol o el baloncesto, el surf se erige como un deporte seguro y con pocas repercusiones a la salud de los que lo practican. Este deporte puede ser practicado meramente con fines recreativos, sin embargo, su afición suele despertar eventualmente en el surfista un bienestar que no puede explicarse únicamente como consecuencia de los beneficios propios de cualquier otro deporte.

La capacidad de manejo de la tabla, el viento y el océano supone una dedicación de horas. La paciencia y la tenacidad son requisitos imprescindibles del surfista. Las endorfinas derivadas de la práctica deportiva y el contacto con la naturaleza y otros compañeros de afición tienen la capacidad de generar una atracción muy intensa en el surfero. Un mejor estudio y registro de las lesiones que pueden sufrir estos deportistas permitirá, por tanto, un mejor tratamiento de las mismas. Y asegurar lo más importante, que puedan volver a enfrentarse a las olas que tanta satisfacción les generan.