16 Abr Artrosis de rodilla
En este video os explicamos que es la artrosis de rodilla, como se diagnostica y todas las opciones de tratamiento desde lo menos invasivo hasta la cirugía de reemplazo articular con una prótesis.
Hola, soy Joaquín Moya Angeler. Especialista en traumatología deportiva y cirugía ortopédica. Y en esta ocasión vamos a hablar sobre la artrosis de rodilla.
La artrosis es el desgaste del cartílago articular. Recordemos que el cartílago articular es el recubrimiento natural que presentan los huesos donde se unen entre sí para favorecer el deslizamiento de los mimos sin fricción.
Bien, pues la integridad de esta estructura es de vital importancia para el correcto funcionamiento de nuestras articulaciones.
Y por distintos motivos como la edad, la genética, la obesidad y traumatismos previos, entre otros, se puede ir erosionando y sufriendo un desgaste progresivo que conduce a cuadros de dolor e incapacidad en ocasiones irreversible.
Para el diagnostico de la artrosis en general suele bastar con realizar radiografías, aunque en ocasiones, sobretodo en estadios iniciales puede precisarse realizar una resonancia magnética para descartar otras lesiones.
El tratamiento de la artrosis se puede dividir en tres escalones terapéuticos que van desde lo menos invasivo hasta la cirugía que siempre debe ser el último recurso.
Dentro de las medidas del primer escalón terapéutico se podrían incluir las siguientes acciones: perder peso, realizar reposo relativo, evitar movimientos dolorosos, tomar algún antiinflamatorio ocasional, aplicar alguna pomada antiinflamatoria o frío local, y utilizar un bastón en ocasiones si es necesario.
Si tras estas medidas no hay mejoría, pasamos al segundo escalón, donde tendríamos las infiltraciones.
Una infiltración consiste en inyectar una sustancia dentro de la articulación. ¿Y que podemos inyectar? Pues hay tres opciones:
Células madre o factores de crecimiento derivados de plaquetas, también llamado (PRP). La teoría es que regenera el cartílago y generalmente está indicado en casos leves y moderados de artrosis.
Ácido Hialurónico, una sustancia viscosa que actúa como lubricante dentro de la articulación y estaría indicado en casos moderados – severos de artrosis.
Y Corticoide con un poco de anestésico local que generalmente estaría indicado en casos dolor agudo no controlado con medicación por vía oral.
Cuando todas estas medidas fallan y el paciente presenta dolor e incapacidad diaria que afecta a su calidad de vida, pasaríamos al tercer escalón que es la cirugía de reemplazo articular.
¿Y en que consisten esta operación?
Bien, pues básicamente lo que hacemos es sustituir la articulación desgastada por una nueva que bien puede ser una prótesis parcial de rodilla (cuando la artrosis sólo afecta a una parte de la rodilla) o una prótesis total de rodilla cuando afecta a toda la articulación.
Esta operación se realiza con anestesia raquídea, es decir, de cintura para abajo y suele durar entre unos 60 y 90 minutos.
Tras la operación, suele precisarse de 2 a 3 días de ingreso hospitalario.
Los resultados en general son bastantes buenos, con hasta un 90% de pacientes con mejoría del dolor y de la función de tres a seis meses tras la intervención.